Álvaro Aguilar. Estudiante de C.Audiovisual en la Ucam, Murcia. Foto de cabecera por Luís Villa.

lunes, 23 de enero de 2012

Del papel a la pantalla, del libro a la película


Últimamente se da en el cine que no encontramos otra cosa que segundas partes de películas, remakes y refritos, argumentos más que gastados y adaptaciones de libros. Los guionistas no tienen nuevas ideas y el público está harto de ver lo mismo. Un ejemplo son las últimas películas en 3D, El Cascanueces y Caperucita roja, mucho chorro de efectos especiales pero nada nuevo, las mismas historias de siempre. Y como vemos son adaptaciones de libros. Aun así hay que reconocer el hecho de adaptar una película, algo nada sencillo. La obra deja de ser de naturaleza literaria y pasa a ser un producto audiovisual, dos cosas completamente distintas. Hace falta más síntesis, eliminar tramas secundarias, cambiar los diálogos e incluso los personajes para que sean más atractivos audiovisualmente, además de mantener la esencia del libro, algo que pocas películas consiguen. A la hora de juzgarlo, es difícil no hacerlo desde el punto de vista literario, es decir, comprándolo con el libro, hay que verlo como lo que es, una película, algo que bebe de la obra en la que se basa pero es completamente independiente.
La adaptación al cine empezó con obras teatrales antes que con libros, algo un poco más cercano en cuanto al tiempo de desarrollo de la historia y los escenarios al cine que a la literatura.
A la hora de adaptar hay que tener en cuenta la naturaleza de los signos que conforman ambas partes, no podemos transcribir palabra por palabra del libro a la película. Las palabras escritas tienen un carácter simbólico, por convención, mientras que una imagen es de naturaleza icónica, se parece a algo a lo que representa, por lo tanto, la recepción y aprehensión difiere. En el cine llega de forma mucho más directa, mientras que en la lectura surge del proceso cognitivo de la imaginación del lector. Por lo tanto llegamos a la conclusión de que la fidelidad absoluta al libro es imposible, partiendo del hecho de que una película no se “lee” igual que un libro.
La adaptación literaria es una solución cuando se está falto de ideas, multitud de relatos cortos son perfectos para adaptarlos a un corto. Incluso resulta más sencillo y llevadero, además de inspirador y creativo a la hora de escribir un guión el hacerlo como una historia narrada y luego adaptarla al lenguaje fílmico. Por ello os animo a los que escribís por gusto pequeños relatos e historias el que intentéis adaptarlas a lo audiovisual y cómo lo haríais.
Ahora os dejo una lista de las mejores adaptaciones de libros a películas, seguro que muchas no sabíais que estaban basadas en la literatura:

-          American Psycho
-          Desayuno con diamantes
-          La naranja mecánica
-          Lolita
-          Doctor Zhivago
-          El club de la lucha
-          El padrino
-          Uno de los nuestros
-          Alguien voló sobre el nido del cuco
-          La lista de Schindler
-          Trainspotting
-          El gran Gatsby
-          El señor de los anillos
-          L.A. Confidential
-          El silencio de los corderos
-          Las uvas de la ira
-          Cadena perpetua
-          Apocalypse Now
-          Memorias de África
-          2001: Una odisea en el espacio
Estos son sólo unos pocos ejemplos de cómo el cine bebe de la literatura, os animo a que veáis la película y os leáis el libro y comparéis. 

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