Últimamente se da en el cine que
no encontramos otra cosa que segundas partes de películas, remakes y refritos,
argumentos más que gastados y adaptaciones de libros. Los guionistas no tienen
nuevas ideas y el público está harto de ver lo mismo. Un ejemplo son las
últimas películas en 3D, El Cascanueces y Caperucita roja, mucho chorro de efectos
especiales pero nada nuevo, las mismas historias de siempre. Y como vemos son
adaptaciones de libros. Aun así hay que reconocer el hecho de adaptar una
película, algo nada sencillo. La obra deja de ser de naturaleza literaria y
pasa a ser un producto audiovisual, dos cosas completamente distintas. Hace
falta más síntesis, eliminar tramas secundarias, cambiar los diálogos e incluso
los personajes para que sean más atractivos audiovisualmente, además de
mantener la esencia del libro, algo que pocas películas consiguen. A la hora de
juzgarlo, es difícil no hacerlo desde el punto de vista literario, es decir,
comprándolo con el libro, hay que verlo como lo que es, una película, algo que
bebe de la obra en la que se basa pero es completamente independiente.
La adaptación al cine empezó con
obras teatrales antes que con libros, algo un poco más cercano en cuanto al
tiempo de desarrollo de la historia y los escenarios al cine que a la
literatura.
A la hora de adaptar hay que tener
en cuenta la naturaleza de los signos que conforman ambas partes, no podemos
transcribir palabra por palabra del libro a la película. Las palabras escritas
tienen un carácter simbólico, por convención, mientras que una imagen es de
naturaleza icónica, se parece a algo a lo que representa, por lo tanto, la recepción
y aprehensión difiere. En el cine llega de forma mucho más directa, mientras
que en la lectura surge del proceso cognitivo de la imaginación del lector. Por
lo tanto llegamos a la conclusión de que la fidelidad absoluta al libro es
imposible, partiendo del hecho de que una película no se “lee” igual que un
libro.
La adaptación literaria es una
solución cuando se está falto de ideas, multitud de relatos cortos son
perfectos para adaptarlos a un corto. Incluso resulta más sencillo y llevadero,
además de inspirador y creativo a la hora de escribir un guión el hacerlo como
una historia narrada y luego adaptarla al lenguaje fílmico. Por ello os animo a
los que escribís por gusto pequeños relatos e historias el que intentéis adaptarlas
a lo audiovisual y cómo lo haríais.
Ahora os dejo una lista de las
mejores adaptaciones de libros a películas, seguro que muchas no sabíais que
estaban basadas en la literatura:
-
American Psycho
-
Desayuno con diamantes
-
La naranja mecánica
-
Lolita
-
Doctor Zhivago
-
El club de la lucha
-
El padrino
-
Uno de los nuestros
-
Alguien voló sobre el nido del cuco
-
La lista de Schindler
-
Trainspotting
-
El gran Gatsby
-
El señor de los anillos
-
L.A. Confidential
-
El silencio de los corderos
-
Las uvas de la ira
-
Cadena perpetua
-
Apocalypse Now
-
Memorias de África
-
2001: Una odisea en el espacio
Estos son sólo
unos pocos ejemplos de cómo el cine bebe de la literatura, os animo a que veáis
la película y os leáis el libro y comparéis.
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